sábado, julio 21, 2012

Fail

Cogió el bolso y se acercó a Claudia.

—La próxima saldrá mejor, ¿eh?—la chica extendió el brazo y le mostró el pulgar. Sonrió.

—Por supuesto.

Una última sonrisa de parte de la rubia y YunHo se encontró sólo otra vez.


Suspiró fuerte, ese no había sido su día. Para empezar fue muy duro ensayar para Kiss & Cry mientras hacia las actividades de siempre, era ir de un punto de la ciudad al otro, mostrar una y otra faceta de si mismo y seguir siendo cool mientras trataba de no morir de cansancio. Las actividades concluyeron exitosas, pero lo que más le inquietaba salió mal; la presentación de Kiss & Cry. Las calificaciones del jurado no fueron malas, pero las que él se había impuesto eran de lo peor, ¿caerse?, ¿como rayos se le ocurrió caerse?

Y encima de todo, tuvo que soportar las criticas duras y crueles disfrazadas de palabras de apoyo, todo y con todo, sin él...ChangMin. 

Él estaba en Hawái, feliz de la vida, ajeno a la consternación que estaba  sufriendo, de seguro olvidó que ese mismo día YunHo tenía la presentación en parejas y nadie de la SM había podido ir a darle apoyo.

Sus compañeros eran muy buenos y agradables, e incluso le ofrecían la mano para cualquier cosa que pudiera dificultársele. Pero YunHo no aceptaría.

A veces le molestaba ser así, aferrándose al ideal de no pedir ayuda de más, de no quejarse, de no lloriquear porque algo no salió como deseaba.

Recordó cuando sólo de repente perdió el equilibrio, y lo que más le preocupó fue la posibilidad de tirar también a Claudia. 

Afortunadamente se recuperó rápido, pero eso terminó por restar valiosos puntos a la presentación.

Golpeó el casillero quedamente.

—Si tan sólo lo hubiera hecho bien...

— ¿Cuantas veces te he dicho que no existe el hubiera?

Y apareció, aplaudiendo elegante y acercándose lento.

—ChangMin—sus labios se entreabrieron apenas, incapaz de saber concretamente si aquello era real.

—Si, ese fue el complicado nombre que quisieron ponerme mis padres—llegó frente a YunHo y sonrió—tus suegros—tomó la mano de Jung en el aire, acarició sus dedos y la soltó.

— ¿Pero...?

— ¿Pero?—rio y besó la sudada frente de YunHo— ugh...

— ¿Qué?

—Tu sudor está salado—se limpio los labios con una expresión de desagrado muy exagerada.

—Idiota, por supuesto que está salado. Soy un humano ¿sabes?

ChangMin lo miró y su semblante se tornó serio, escrutándolo.

— ¿Qué?

— ¿Estás bien?

Y quizá fue ese tono en Shim lo que cautivó a YunHo, o puede que todo aquello estuviera poniéndolo demasiado sentimental. Pero lloró.

Bueno, no lloró precisamente, pero una lagrima surcó una perlada mejilla, robándole a está el maquillaje y la cordura.

—No, no estoy bien—y fue sincero, y le valió si en ese momento parecía el ser más débil de entre todos en la tierra. 

Sólo sabía y quería, que los brazos de Shim ChangMin lo arroparan cual bebé tras la primera caída en sus andadas.

—Ven aquí.

Y eso bastó.

Sus brazos alrededor de su espalda, esa fuerte espalda que sostuvo sus lágrimas mucho tiempo, los latidos de ambos acompasados, y el líquido salado emergiendo. El aliento de YunHo estaba cálido, y al acercarse los labios de ChangMin, este lo sintió.

— ¿Me extrañaste?

—Mucho—besó la mejilla de Shim suavemente—y tú...—dudó un poco— ¿te divertiste en Hawái?

ChangMin quiso reír a carcajada limpia, pero Jung estaba frágil y él no era un desconsiderado. Al menos no con él.

— ¿Porqué?, ¿crees acaso que te seria infiel?—YunHo mostró un puchero— ¿que el buen Shim ChangMin tendría un romance hawaiano con cualquier puta que se le cruzara?, ¿teniendo al sexy Jung YunHo esperándole en casa?, ¡por favor!—lo estrujó con más fuerza y YunHo sonrió. —Soy mejor que eso. Ya deberías saberlo.

Pocas veces ChangMin se portaba tan amable, pero eran esas ocasiones en las que YunHo se sentía plenamente amado, enamorado, embargado de esos sentimientos que ambos conocían.

—Todo puede esperarse de ti, Shim ChangMin.

—Lo mismo digo, Jung YunHo—los labios volaron a la nariz de Jung apretándose contra ella, delicados, suaves.

—Hmmm...

— ¿Hmm?

—Hueles delicioso...Délices, ¿de Cartier?

—Aja. El mismo que usas tú.

El mayor sonrió y se escondió tras los pliegues de la camisa, que impregnadas de la fragancia deleitaban sus sentidos, haciéndole olvidar el todo, el ahora.

— ¿No vas a preguntarme del porque estoy aquí?—besó los alborotados cabellos.

—No me importa.

— ¿De verdad?

No respondió. Apretó el pecho y se escondió más. Ni contratos, ni photobooks, nada de eso. No quería oír acerca de nada que lo llevara a pensar otra cosa que no fuera el disfrutar del abrazo de ChangMin.

—Sólo ChangMin.

YunHo se preguntó si en ese momento Shim entendía su infantil lenguaje, pero entonces ChangMin besó su frente y no se quejó por el sudor. Lo volvió a besar, una y otra vez. Una vez más.

—Te amo, aunque te caigas de esa manera por el hielo.

Una exhalación, y el amago de risa dulce en los labios del menor.

YunHo cerró las manos por detrás de la espalda gruesa y agradeció que Shim no lo soltara ni aflojara el agarre.

—Y yo te amo, aunque te largues a Hawái sin mi, bastardo.

Si, equivocarse era de humanos, y a pesar de ser casi un dios también era propio de él.

Meter el pie en tramos equivocados de vez en vez.






Y he aquí algo más desempolvado del jardín de las desdichas.
Délices de Cartier, perfume únicamente para mujeres, pero me gusto el nombre y así se explica todo.

3 comentarios:

  1. Wuuuuaaaa estuvo precioso!!!!

    Me fascina cuando Min se porta asi de lindo y tierno con Yunho ♥___♥

    Graciaass!!!

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  2. Hermoso~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
    ♥.♥
    fue tan bello, bien tierno~~~~
    *-*
    Gracias~~

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  3. tierno tierno tierno .. :3 .. delice de cartier .. xD. .. escuche algo que yunho usa anillos y no se que mas .. de cartier o me equivoco ._. u.u

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