jueves, noviembre 07, 2013

Sombrilla verde

ChangMin maldijo. Iba tarde, el teléfono de negocios se quedó sin batería y ha tenido que ocupar el personal para llamar a sus clientes.

Nada más vergonzoso que decir al tipo que te ha pagado millones por tu trabajo “lo siento, mi otro teléfono murió”.

Un trueno se dejó escuchar por encima de su cabeza y pronto, la lluvia cayó.

Lo que faltaba.

En el lugar dónde estaba no era permitido tomar taxis, así que buscó una pequeña tienda de variedades, allí, afortunadamente quedaba una sombrilla. Una no muy grande, color verde, la pagó y salió, apresurando el paso para llegar lo más posible a su cita de negocios.

Miró su reloj, faltaban diez minutos para que la cita iniciara, otra mala palabra emergió de su boca.

Dio vuelta en una esquina, ahora sólo faltaba ir todo derecho hacía la otra esquina y allí, podría tomar un taxi, bien.

Siguió caminando, ayudado por sus largas piernas, entonces, lo vio.

YunHo estaba resguardado bajo el techo de una cafetería, llevaba unos cuadros en los brazos y se miraba angustiado. No se movía de allí, una gota de agua sería suficiente para arruinar sus pinturas, así que probablemente tendría que esperar a que la lluvia parara.

ChangMin lo pensó un momento, el momento que tardó en pasar por dónde estaba YunHo. Si se detenía, y le ofrecía ir con él, su paso sin duda se haría más lento, y él terminaría seguramente mojado, ya que los cuadros de YunHo ocupaban mucho espacio. No, no era adecuado. No para sí mismo.

Volteó nuevamente hacía el frente, con el paso rápido aún en sus pies, ignoró al YunHo en apuros, y poco tardó en llegar a la otra esquina. Ya allí, obtuvo rápidamente un taxi y recogió la sombrilla.

— ¿A dónde lo llevo, señor? —preguntó el taxista, un hombre maduro con lentes.

—Al restaurante Aigre-Doux, por favor.

El taxista asintió, y el recorrido inició.






Antes incluso de que el taxista anunciara por radio su partida, ChangMin ya estaba comenzando a sentir remordimiento. Podría estar muy ocupado pero aun así…

Cerró los ojos y recargó la cabeza en su mano.

De cualquier forma, sintiera culpa o no, ya estaba hecho.

Ya no había forma de cambiar su decisión.

La sombrilla verde goteaba sobre el piso del taxi, y al bajar, ChangMin se olvidó por completo de ella, dejando tras de sí el piso de un taxi medio mojado, y una sombrilla verde apenas comprada, olvidada.










2 comentarios:

  1. Changmin, Como pudiste dejar a mi baby asi ehhh !!! Ya vas a ver .. xD haha mentira.. pero changmin siempre es muy malo con bunny , Moo ~~

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